El instinto lo es todo. Éste "toma muchas, muchas más decisiones que gobiernan tu vida de las que jamás has imaginado" dice Malcolm Gladwell, autor de Blink: The Power of Thinking without Thinking. He aquí cuatro tips que te permitirán separarla de las decisiones que debes tomar.1. Aléjate
Necesitas sacar provecho de tu subconsciente, lo que implica ignorar los estímulos de siempre -desde la tetona del gimnasio hasta tu correo electrónico-. En momentos de relajación, las ideas creativas y los impulsos aparecen como las ventanas de publicidad de internet, de un momento a otro. Intenta almorzar solo en un ambiente de tranquilidad.
2. Toma notas
Dale a tu cerebro ejercicio si quieres resolver un problema. Haz esto: tómate 5 minutos y escribe una lluvia de pensamientos -todo, especialmente lo superfluo. Tendrás a tu intuición de regreso cuando hagas espacio para ella, cuando detengas el parloteo de la mente racional. Después de drenar tu cerebro, empieza a reflexionar en tus problemas reales.
3. Busca una segunda opinión
Nuestras intuiciones son muy buenas para algunas cosas, como leer emociones en el rostro de otros, pero no tanto para otras como adivinar cantidades, medir riesgos o predecir resultados. La siguiente vez que tengas una corazonada, consulta a un amigo. Sólo porque estés emocionado por algo no significa que tu intuición esté detrás de ello.
4. Trabaja en ello
Las intuiciones necesitan ser ejercitadas. La intuición es experiencia aprendida que es accesible de manera instantánea. Haz esto: cinco veces al día toma decisiones pequeñas y rápidas basadas en tu intuición. Si es pollo o pescado, carretera o avenidas, escucha a tu instinto y a otros indicadores físicos. Luego, revisa qué pasó y cómo te sientes. Empezarás a aprender cuándo trabaja bien tu intuición, cuándo no y cuándo no importó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario