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viernes, 12 de enero de 2007

11 cosas que nunca debes decirle a tu jefe...


... si no quieres que te despidan, claro. Recuerda bien que aunque tu jefe sea tu amigo o tu pariente, sigue siendo tu jefe y la gran mayoría de veces él ve las cosas no sólo desde el ámbito amical o de parentesco, sino también laboral. Y eso, finalmente, es lo que la gran mayoría de veces va a primar.

"Tú no me dijiste eso"

Aquellas personas que requieren órdenes específicas y al detalle son un dolor de cabeza para los jefes. Ok, tal vez en ese momento no te dijo qué acción sería la mejor. ¿Y qué? ¿quieres recordárselo? Hacer énfasis en una falla de tu jefe no te conviene mucho. Además, que no te haya dicho lo que quería no implica que no deberías haber sabido lo que quería hecho.

"No puedo, estoy muy ocupado"

Sí, claro que estás ocupado. ¡Se supone que TIENES que estar ocupado! A tu jefe no le gusta que le digas que estás ocupado, no le importa. Si no quieres estar muy ocupado, vete de aquí. Y no te atrevas a decir que no puedes encargarte de D hasta que A, B y C esté terminado. Si no puedes hacer varias cosas, encontrarán a alguien que pueda, o al menos que esté dispuesto a mentir sobre esto.

"Pero me dijiste exactamente lo contrario ayer"

¡Tonto! Por supuesto que lo hizo, los jefes se contradicen a sí mismos todo el tiempo, especialmente cuando no saben exactamente qué hacer (y odian esa sensación). Piensan una cosa, piensan otra, y como no están seguros de cuál es la mejor, prueban ambas, o cualquiera, o ninguna, a veces exasperándose hasta que las cosas van como quieren que vayan. Lo que quieren de la gente que trabaja para ellos es una buena disposición a hacer las cosas sin juzgarlos, sin demandar consistencia. Esto no significa que dejes de proteger a tu jefe de su propia confusión; puedes decirle, estratégicamente: "He estado trabajando para solucionar las cosas de acuerdo a lo que conversamos ayer, veamos cómo resultan las cosas con este nuevo punto de vista. Ayúdame con esto un minuto".

"¡Oiga, no me grite!"

El, desgraciadamente, puede gritarte si quiere. Es mejor ser el filósofo que es gritado que el bebé protestando. Una mirada fija está bien. Un pesar digno, también. Pero gritar también, nada aconsejable.

"Mire jefe, ayer estuve reunido con Juan y Luis..."

Ni siquiera termines. ¿Qué fue, una reunión de conspiración contra él? A eso suena. Cualquiera odia que hablen de él a sus espaldas, más aún cuando alguien cree tener mejores ideas. Aunque de verdad hayas tenido reuniones con tus colegas sobre temas de importancia, sólo déjale saber las ideas y pídele su opinión acerca de ellas.

"Bueno, en realidad, no juego mucho tenis"

Historia real: Hace unos cuantos años, un tipo que llamaremos Felipe trabajaba en una multinacional. Felipe era un gran deportista: corría, nadaba, levantaba pesas. Tenía muy buen físico. Un día, el presidente de la compañía, como de 10 grados jerárquicos encima de él, le da una llamada. "Oye, Felipe" le dice, "me enteré que eres un buen corredor. ¡Yo también! ¿Qué te parece si salimos a correr alguna mañana?". Y Felipe, por razones incomprensibles, le dijo "bueno, en realidad, a mí me gusta correr en las noches". "Ah" dijo el presidente, sintiéndose algo rechazado y desconcertado. "Ok, bueno. Ya nos veremos entonces en algún momento". Y esa fue la única vez en la que Felipe conversó en algún momento con el presidente.

"Ese no es mi trabajo"

Ah, ya veo. Tienes una descripción detallada de las responsabilidades de tu puesto, ¿no?. No, no la tienes. La única descripción que puedes tener dice "haz lo que se necesite para que tu jefe piense que sin tí se iría a la ruina". ESA es una descripción de tu puesto. Si te das cuenta, no es una frase que se use mucho en las oficinas. ¿Por qué? porque toda la gente que la ha usado está ahora en sus casas con pijamas mirando la sección de empleos.

"Me voy a casa, estoy cansado"

¿Qué? ¿estás cansado? los hombres no se cansan. Los hombres marchan, marchan, marchan y marchan toda la distancia hasta China por su líder. Bueno, no todos los jefes inspiran esa clase de lealtad (o miedo), pero inevitablemente es siempre el peor momento aquel en que deciden dejar todo e irse porque están colapsando. Estate cansado cuando nada esté pasando. Pero cuando todos a tu alrededor se estén quedando atrás, mantente firme. Tu jefe es el único, al final, que decidirá cuándo estás lo suficientemente cansado como para irte a casa.

"Si no me das un aumento, renuncio"

Es casi 100% probable que la respuesta que obtengas sea "Bueno. ¡Vete!". Ni a los jefes ni a nadie le gusta que lo pongan en la posición "o si no...". Amigo mío, no eres imprescindible, no importa cuánto pienses que lo eres.

"Estoy seguro que sus temores son infundados"

Los jefes son paranoicos por una razón: hay gente que quiere sus cabezas. Así que no minimices sus miedos obsesivos y sus desilusiones. No dejarán de preocuparse sólo porque les digas que no necesitan hacerlo. Un jefe se define, en gran parte, por las cosas que le preoucupan. Acompáñalo enfrentando a sus demonios o encontrará alguien que sí lo haga.

"Lo quiero mucho"

Jamás digas esto. ¿Quieres realmente que haya un algo flotando en el aire entre ustedes para siempre? Muéstrale tu cuidado de otras maneras. Aunque apostaría a que lo haces todos los días, so pedazo de sentimental...

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