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sábado, 17 de marzo de 2007

Ten más satisfacción sexual

Cuando sabes dónde quiere ser tocada una mujer, ella siempre regresará por más.

Un hombre típico va donde quiere ir en la cama, gracias a su innato sentido de dirección (y algo de ayuda de ella). ¿Pero quién quiere ser típico? El hombre excepcional sabe dónde están los puntos de placer no reconocidos en el cuerpo de una mujer, y sabe también cómo tocarlos. Cuando exploras cualquier área en su cuerpo que ella no haya experimentado antes, es mucho más intenso para ella porque es una sensación nueva y excitante.

La nuca

Un montón de terminaciones nerviosas hace de ésta una de las partes más sensitivas del cuerpo de una mujer. Exhalar mientras la besas suavemente por la línea del pelo hará que el resto de sus nervios respondan inmediatamente.

El lado interno del brazo

La piel es muy delgada aquí, de tal manera que el toque más ligero puede ponerle la piel como de gallina. Suavemente, recorre con las yemas de tus dedos arriba y abajo el lado interno del antebrazo, y también suavemente acaricia su muñeca, que es un punto de pulso sensible.

El bajo abdomen

Desliza el dorso de la mano y tus nudillos debajo de los abdominales y debajo de los huesos de la cadera. Es excitación mental porque le das indicios de qué viene después. Ella también responderá físicamente porque la piel de por sí es altamente sensible. Ella te rogará para que vayas más abajo.

La baja espalda

¿Conocías ese pequeño montículo en la base de su columna, justo sobre su trasero? Esa hendidura es muy receptiva a cualquier tipo de atención, especialmente si son caricias suaves. Masajea ese punto con un movimiento circular muy suave; recuerda que tu meta no es deshacer un nudo, sino provocar una respuesta sexual.

La parte posterior del muslo

Allí donde sus nalgas se convierten en muslos, está repleto de terminaciones nerviosas. Esos pliegues gustan de ser lamidos, así pasea suavemente tu lengua en cada línea y mírala sacudirse de placer.

La parte posterior de la rodilla

A nadie se le ocurre ir por allí, así que cuando la estimulas, ella pensará "guau, ¡¿y eso?!". Besa o acaricia muy suavemente el área (incluyendo la parte superior de la pantorrilla); asegúrate que esté echada, a menos que pienses que puedes hacer algo con ella cuando sus piernas estén deshechas.

1 comentario:

  1. Muy cierto, las zonas están bien especificadas, pero el cuerpo femenino es todo un universo que considero que se debe seguir explorando, porque puedes encontrar algo nuevo.
    Ah! chicos por favor, no olvidar las palabras dulces y otras "no tanto"...dan una perfecta combinación...

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