Enjuga sus lágrimas

Fregaste la situación y lo sabes. Pero puedes estar bien con ella -muy bien- con unas disculpas sinceras e inteligentes.

Mira ese puchero y esos ojos húmedos. ¿Cómo pudiste hacerla llorar así? En realidad, es fácil. Los hombres tenemos facilidad para decir lo equivocado, hacer lo equivocado, y empeorarlo haciendo o diciendo otra cosa equivocada que es aún peor. Y pronto estamos peleando, diciendo incoherencias y confesando errores que ella no sabía que habíamos cometido y prolongando la tormenta emocional. Nos guste o no, estar en una relación significa que tenemos que pedir perdón cuando la caguemos. El acto de contrición no es normalmente fácil para nosotros. Implica admitir lo falibles que somos y bajar nuestras defensas. Pero hay beneficios: te sientes mejor, reduces palpablemente tu nivel de estrés y la reconciliación puede tener grandes satisfacciones. Pedir perdón no significa perder tu hombría; en realidad es totalmente lo contrario. Puede que no la hayas tratado como un caballero, pero puedes salvar la situación disculpándote como uno. Es tiempo de voltear la página.

Cómo hacer que tus disculpas sean aceptadas

• Usa las tres R. Una disculpa sincera requiere Responsabilidad, Remordimiento y Remedio, dice Beverly Engel, una psicoterapeuta autora de "The Power of Apology". Responsabilidad: "Sé que herí tus sentimientos, no hay excusa para mi comportamiento". Remordimiento: "Me siento muy mal por dañarte". Remedio: "No lo haré de nuevo".
  
• Hazlo breve. No te desbordes; disculparse una y otra vez se ve como poco sincero.
• Hazlo honesto. Ella sabe cuando mientes, así que no la cagues más (si no te habías dado cuenta de eso, estás en más problemas de los que te habías dado cuenta). Aquí está la ecuación: Más mentiras = más problemas.
• Entiende. Dilo, aunque no lo hagas (sí, hay excepciones para la política de la honestidad). Entiendo cómo te sientes acerca de esto. Entiendo cómo te sentiste herida. Expresar empatía le mostrará que la estás cuidando lo suficiente para ponerte en su lugar.
  
• No pongas excusas; explícate luego. Esto es difícil; todos somos abogados cuando somos nosotros los que estamos siendo juzgados. Si tu primer "perdón" tiene un "pero..." junto a él, eso es todo lo que ella escuchará. Mientras más excusas pongas, menos sinceras sonarán tus disculpas.
• Hazlo, no sólo lo digas. Mírala a los ojos para expresar honestidad; mira abajo para expresar vergüenza. Evita las flores o los regalos, que pueden parecer un soborno. Es mejor decir las palabras adecuadas.

Para casos más graves

Aquí está lo que los expertos sugieren para esas ocasiones difíciles en las que un simple "perdón" no te ayuda a salir del problema.

• La engañaste con otra. No hay excusas. Dí que te equivocaste, que no fue algo importante y que no lo harás de nuevo. Lo que se necesita es gente que pueda cambiar su maner de ser, y arregle las cosas. Cualquier explicación debe hacerse en una conversación separada. Y NUNCA la culpes de ninguna manera.
• Olvidaste su cumpleaños. No hagas como que tenías una sorpresa planeada. La solución requiere un arreglo floral extraordinario, o una cena donde sólo los aperitivos te cuesten lo mismo que una comida rápida común.
• Le dijiste el nombre de otra mientras tenían sexo. "Perdí temporalmente la memoria, perdón. Es claro que tengo algún problema en la memoria. Por favor, perdóname. Sólo quiero estar contigo" (Judith Sherven, psicóloga clínica y coautora de "Be Loved for Who You Really Are").
• Te pilló mirando a otra mujer. Di "apuesto a que no es la mitad de buena que tú en la cama".
• Mentiste, ella lo sabe. "No sé por qué mentí. No hay excusa para ello". Si dices "mentí porque sabía que me harías un lío por esto", ella se sentirá insultada. Evítalo.