La invisibilidad ya es posible

En 1897, H. G. Wells imaginó una existencia infernal para un joven científico que había encontrado la clave de la invisibilidad, pero que no podía volver a su estado normal. Más recientemente, en la película "Depredador", un extraterrestre cazaba humanos ayudándose de una armadura que lo hacía invisible. Harry Potter va aún más allá, desapareciendo completamente bajo su capa. Ahora, la tecnología de la invisibilidad una vez reservada para los magos y la ciencia ficción está cada vez más cerca nuestro.

Esconderte para ver mujeres puede ser divertido, pero la habilidad de esconderte de las balas puede salvar tu vida. Para es fin, el camuflaje adaptativo para el personal y los vehículos militares se ha convertido en una prioridad militar. El camuflaje tradicional -común al reino animal- usa un color estático y patrones de diseños para confundirse con el entorno. Investigadores del Jet Propulsion Laboratory de la NASA han definido el camuflaje adaptativo como una forma de camuflaje que cambia activamente para ser siempre similar al medio ambiente. La idea principal es ocultarse en imágenes de tiempo real del entorno de alrededor, algo así como vestirse con una pantalla de TV flexible.

Imagina una webcam en tus hombros, dirigida hacia atrás, y párate detrás del monitor de la computadora. Ya que el monitor de la computadora está desplegando una imagen de lo que está detrás de tí, alguien parado directamente enfrente tuyo verá un agujero rectangular donde deberían estar tus abdominales. Ahora imagínate dentro de una caja hecha con pantallas planas de TV con cámaras apuntando en cada dirección. Ahora imagínate al ejército poniendo un tanque dentro de esa caja. Pero... los bordes del monitor de la computadora son todavía visibles y cada vista se ve convincente sólo desde una determinada perspectiva.

Investigadores de la Universidad de Tokio han desarrollado un primer prototipo de camuflaje adaptativo. Su concepto es simple: Una video cámara en la parte posterior de una chaqueta blanca para lluvia recibe una imagen que es proyectada en la parte frontal de ésta como si fuera un película de cine. La chaqueta está hecha de un material retroreflectivo que muestra claramente la imagen proyectada. Aunque la inclinación casual de la chaqueta revela una imagen fantasmal de lo que esté detrás de ella, esto es más que un truco de mago: requiere un proyector adicional y sólo funciona desde el frente (mira la foto, tomada por el Laboratorio de la misma universidad).

El gran problema es hacer que el camuflaje adaptativo muestre la imagen correcta desde cada ángulo al mismo tiempo, no sólo desde el frente. Es todo un desafío, pero no es imposible. ¿Recuerdas esas calcomanías holográficas baratas, las que muestran una imagen diferente dependiendo de cuánta sea su inclinación? usando un principio similar, es teóricamente posible ser invisible. Primero, el sistema necesita al menos 6 pares de cámaras estereoscópicas (eso es 12 en total) que deben apuntar a diferentes direcciones. Esto capturará la imagen de todo alrededor. Segundo, se necesita una amplia gama de elementos, cada una capaz de encargarse de los distintos haces de luz en sus propias trayectorias. La velocidad de proyección debe ser más rápida que el ojo humano. Cualquiera que utilice videojuegos sabe que una gran resolución en la imagen es necesaria para proseguir cuando hay mucho movimiento; la pantalla entera debe ser capaz de realizar los cambios necesarios sin que se vean imágenes borrosas, fantasmales o difusas.

Las aplicaciones de invisibilidad van más allá del campo de batalla y del guardarropas del baño de mujeres. Los cirujanos podrían ver a través de sus dedos durante las operaciones, los pilotos podrían orientarse viendo a través del piso del avión, y finalmente podrías tener una ventana decente en el sótano. Desafortunadamente, la tecnología actual sólo trabaja a distancias cortas, en lugares con luz tenue y desde determinados puntos de vista. La única manera de superar estas barreras es desarrollar procesadores más rápidos, pantallas más brillantes y más flexibles.