¿Pueden cambiar los infieles?

A todos nos gustaría pensar que la gente puede cambiar, aceptar el compromiso y hacer su relación más fuerte.

Los hombres que no son románticos pueden aprender a comprar una tarjeta de vez en cuando; las mujeres quejosas pueden aprender a refrenarse al menos unas cuantas veces cuando ven la pasta dental presionada desde arriba. Pero esos son cambios pequeños.

Los grandes cambios, aquellos que pueden reforzar o romper una relación, son aquellos por los que la mayoría nos preocupamos. Y quizás la pregunta más importante de todas -cuando consideras que el 25% de los hombres admite ser infiel, al igual que el 15% de las mujeres- es: ¿pueden cambiar los infieles? ¿es el engañar algo inherente al comportamiento o es algo controlable?

¿Puede un hombre o una mujer ser un gato casero?

Para estos propósitos, consideraremos la infidelidad a todo acto sexual - no sólo sexo, sino también sus cercanos relativos (el 60% de los hombres dicen que el tomar tragos con un ex es engañar, el 50% de las mujeres dicen que visitar locales con desnudistas es engañar, y virtualmente todas las mujeres dicen que la traición emocional es peor que la traición física. La infidelidad es complicada, pero aquí nos referiremos a la definición tradicional relativa a "¿dónde dejé mi ropa interior?").

La mujer promedio dice que la razón número uno del divorcio es la infidelidad, lo que podría indicar que para las mujeres, la respuesta es NO, los infieles no cambian (o si lo hacen, no creen que merezcan una segunda oportunidad).

"No cambian"

Una vez que alguien cruza la línea en una relación (nuevamente, aunque esa línea sea diferente para las personas, para este momento nos referimos a la hora de bailar horizontalmente), es como un sello que se rompe en un frasco de pastillas.

Aunque algo de ello puede depender de si fue durante una borrachera o una relación secreta actual en el trabajo, el hecho es que una vez que la confianza se rompe, el ofensor tendrá un tiemo muy difícil tratando de recomenzar la relación a su condición inicial. Aún si el agredido acepta al ofensor de vuelta en la relación, éste tenderá a recaer nuevamente -porque ya sabe que salió bien librado una vez.

Un gran hecho es, realmente, que él o ella engañaron por una razón -por ejemplo, un estudio motró que las parejas con problemas de infidelidad mostraban mayor deshonestidad-; esa razón les hizo explorar otras opciones. Y eso es en último término los que los hace tender a la infidelidad nuevamente. Pero...

"Sí cambian"

Sólo porque alguien ha engañado en una relación no implica que ese alguien será siempre infiel en sus siguientes relaciones.

En la relación en la cual se fue infiel, esta persona estaba deseando perder todo. Así que si entra en una relación de compromiso donde siente que tiene mucho más que perder, hay una menor tendencia de que quiera arriesgarla.

¿Eso implica que no lo hará, o que no podría sucumbir a las tentaciones de una mesera o de un entrenador en el gimnasio? por supuesto que no. La infidelidad ciertamente puede hacer que sea imposible continuar algunas relaciones, pero algunos infieles pueden cambiar efectivamente -eso es si esperan hacer posible otras relaciones.