Comienzan queriendo controlar el comportamiento, seguido por la intimidación y la comunicación agresiva. Bienvenido a la vida real de la mayoría de empresas, hogar de algunos de los más feroces "matones laborales", de los cuales alrededor de un 60% son mujeres. Investigadores del Workplace Bullying and Trauma Institute han identificado cuatro grandes clases de matones laborales y su prevalecencia. Aquí está como combatirlos.
La serpiente de dos cabezas: 36%
Busca destruir tu reputación hablando mal de tí cuando no estás cerca. Prevalece en oficinas del gobierno (nota personal: ahora entiendo más a los burócratas...).
Combátelo(a) iniciando una contraofensiva. Trata de determinar a qué personas la serpiente se está dirigiendo y exponles un punto de vista previo sobre determinado asunto. Ellos recibirán entonces dos puntos de vista contradictorios, y tendrán que determinar por sí mismos cuál es la versión correcta. Mantén la conversación siempre en positivo y, sobre todo, nunca señales a la serpiente - aparecerás sólo como un quejoso.
El crítico constante, 30%
Busca destruir tu autoconfianza criticándote periódicamente. Prevalece en compañías de seguros y empresas de finanzas y contabilidad.
Combátelo evitando un encuentro a solas, sobre todo a puerta cerrada. La persona tiende a criticarte menos estando en un grupo. Cuando te sea posible, mantén un aliado de confianza a tu lado. En el peor de los casos, si la relación de trabajo es realmente mala, graba cualquier reunión o conversación con este tipo de matón. No tengas miedo ni seas tímido: pon la grabadora justo en medio de la mesa. Es osado, pero funciona.
El guardián, 20%
Busca controlar los recursos del personal de la oficina, el presupuesto, el entrenamiento y el tiempo. Prevalece en los departamentos de ventas.
Combátelo con un cuaderno de cargos (un listado escrito en el que conste lo que pides y lo que te es entregado). No busques lo justo; él o ella lo están haciendo intencionalmente. Haz tus pedidos vía correo electrónico; de esa manera, tendrás un récord de lo que no te fue entregado. Luego, habla con su jefe.
El gritón, 14%
Busca marcar su territorio humillando a gritos a otros en público; recuerda mucho a un matón de la época de la escuela. Prevalece en fábricas y talleres de automóviles.
Combátelo reuniéndote con tus colegas para una pequeña devolución en público. Cuando el momento sea el correcto (el matón está ocupado en algo y su jefe está cerca), empieza a hablar en voz alta sobre las dudas que tienen acerca del éxito de su proyecto o de su trabajo. Haz que tus colegas hablen también, exagerando, uno por uno. Luego, cuando su jefe no esté cerca, plantéale al matón sus opciones: puede ser un jugador más del equipo o ver cada uno de sus proyectos o su trabajo obstruidos. Él retrocederá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario