¡Deja de ser anónimo! A continuación, cómo cortejar a los cinco tipo de mujeres que siempre deseaste.
La reina del gimnasio
(se ve increíble con ropa deportiva, pero desaparece apenas acaba su rutina)
Qué hacer: Comienza lentamente. Fija la primera conversación en temas del momento -un tipo con pantalones cortos ridículos, la terrible canción que han puesto, la monotonía de los abdominales, etcétera. Lo siguiente: pídele su opinión de lo que sea: una clase del gimnasio, un restaurante, una película. A ella le gustará y no se sentirá acosada. Y luego pregúntale cosas superfluas, convencionales, de las que nadie más le preguntaría. No la ataques desde el comienzo; trata primero sólo de conocerla.
Qué no hacer: Corregir su forma de hacer los ejercicios como una excusa para hablar. La inseguridad es fatal en los gimnasios. Le envías el mensaje de "no sabes lo que estás haciendo". Aléjate cuando esté sudando. Está ejercitándose y las intrusiones son enojosas para ella.
También es válido para quien te encuentras seguido en el transporte al trabajo, miembros del club de corredores y compañeras de clase (mayores de edad, por supuesto).
La sirena de la oficina
(la ves cada día, y si algo va mal, aún la quieres)
Qué hacer: Haz extensivo el amor. Compartir el crédito por trabajos bien realizados muestra seguridad. ¿Un grupo va a ir a tomar unos tragos? invítala. Ella no permitirá que el hecho que trabajen juntos la detenga. Si a una mujer le gusta un hombre, puede ser incómodo, pero lo disfrutará.
Qué no hacer: Hacer que alguien haga de casamentero. Los chismes matan el romance, y ella quiere ser tomada en serio. Para tener privacidad, usa el correo electrónico, pero mantén la comunicación a un nivel amistoso. Si ella pone algún obstáculo, aléjate rápidamente. No es el lugar para un cortejo intenso.
También es válido para terapistas físicos y clientas de negocios.
La camarera caliente
(es atenta y amistosa... ¿pero lo hace sólo por las propinas?)
Qué hacer: Destácate. Ve regularmente, siéntate en su sección, y sé amable con todos. En un negocio donde ella puede sufrir por el mal comportamiento de alguien, las maneras son un afrodisiaco. Haz referencia a cosas que ella te cuenta -su plato favorito, el examen para el que está estudiando- en conversaciones futuras. Escuchar es tu clave.
Qué no hacer: Dejar mucha propina. Ella se sentirá un objeto. Sigue con el 20%.
También es válido para aeromozas y peluqueras.
La chica del café
(la ves cada mañana y no puedes decirle ni pío)
Qué hacer: Sé empático. Apárecete en el local después de la hora pico de la mañana, y cuando esté menos ocupada, le preguntas si es un día difícil. Estás enfocándote en ella, no sólo en el café que te da. Ve lentamente. Luego dile que esos 5 minutos hacen una gran diferencia en tu día. Y dile que siempre esperas tus conversaciones diarias con ella.
Qué no hacer: Llamarla por su nombre desde un principio, aún si tiene un pin con su nombre. Es invasivo y enfatiza el hecho que te está dando un servicio. No le hables cuando está ocupada o con otra gente. Respeta sus límites y el ritmo de su trabajo.
También es válido para empleadas de una librería, recepcionistas de médicos, empleadas de hoteles.
La chica con el perro
(se ve feliz hasta que tu perro se monta en su pierna)
Qué hacer: Si ella se muestra muy cariñosa con su perro, muestra interés: pregúntale acerca de la alimentación, los hábitos del perro, y por dónde lo pasea regularmente. Cuando te sientas seguro, sugiérele reunirse. Ella podría estar buscando compañeros.
Qué no hacer: Ignorar a tu propio perro. Ella verá cómo lo tratas. Y no mandes a tu pitbull encima de su poodle. Si sus perros no pueden coexistir, ustedes tampoco.
También es válido para jardineritas vecinas y niñeras.
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