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En la mayoría de las prendas, un centímetro más o menos no importa... excepto en las mangas. La manga debe alcanzar al hueso de la muñeca cuando tienes el brazo al lado. Si es muy larga vas a parecer el chiquillo de 14 que usa la camisa de su papa; si es muy corta, vas a parecer el chiquillo de 16 que usa la camisa que le quedaba bien cuando tenía 14. Cuando no estás usando una chaqueta, las mangas que no te quedan bien pueden ser dobladas. Con un traje, la manga debe sobresalir más o menos un centímetro. Si la manga se esconde, desabotónala y ganarás lo suficiente para que pueda ser vista sin que el ojal vacío sea visible. Una manga muy larga es difícil de esconder.
La mejor jugada: hazte camisas a la medida o cómprate unas y arréglalas con el sastre. Vale la pena.
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