8 maneras de dominar tu apetito y bajar de peso

1. Garantiza el éxito

¿Cuánto tiempo crees que puedes mantener un plan de dieta? Determina una tiempo de duración que estés 100% seguro de lograr, no importa si es un par de días. Una vez que llegaste a la fecha objetivo, comienza el proceso de nuevo. Esto no sólo establece tu noción de que puedes ser exitoso, sino que también te da la oportunidad de notar que comer mejor te hace sentir mejor, reforzando tu deseo de continuar.

2. Encuentra más motivación

Si el único propósito de tu dieta es ayudarte a conseguir los 6 cuadraditos en el vientre (los abdominales, hombre), puede ser difícil mantenerla a largo plazo. ¿La solución? ten más cosas que te motiven. Monitorea tus dolores de cabeza, ardor de estómago, acné, aftas y calidad de sueño, junto con tu salud cardiovascular. Descubrir que tu nueva dieta mejora la calidad de tu vida y tu salud puede ser una motivación poderosa.

3. No te quedes en los errores

Bueno, eres muy autoindulgente. ¿Cuál es el siguiente paso? Olvídalo. Una comida no define tu dieta, así que no asumas que has fallado o que te has caído del vagón. Implanta una regla: luego de cada "pecado" alimenticio, debes continuar luego con al menos 5 comidas saludables. Eso asegura que estés comiendo sano más del 80% del tiempo.

4. Toma desayuno

Seguro que has escuchado esto antes. Pero considera que si duermes de 6 a 8 horas y desayunas rápido, tu cuerpo está echando humo para el momento en que llegas al trabajo. Y eso te hace busar desesperadamente azúcar, que es fácil de encontrar.

5. Regula tu comida

Es tiempo de un cambio de régimen. Saca todo de tu despensa y de tu refrigerador, y llénalos con almendras, nueces, frutas y verduras, atún enlatado, pollo y salmón. Haz lo mismo en la oficina. Eliminando los piqueos (snacks) que no van con tu dieta, estarás menos propenso a irte a la esquina a comprar donas o a la máquina expendedora de dulces.

6. Piensa como un bioquímico

¿Has visto las galletas 100% naturales? bueno, incluso una galletita natural está hecha con azúcar. Lo mismo pasa con la "comida saludable" que está junto a la granola en la tienda cercana. Los endulzadores "naturales" elevan tu nivel de azúcar en la sangre exactamente igual que el azúcar blanco. Si vas a comerte una galleta, acepta que te estás desviando de tu plan, y regresa a tu dieta después. Convenciéndote a tí mismo que es saludable, sólo estarás reforzando un mal hábito.

7. Reconoce al hambre

¿Te han dado ganas de dulces, aunque has comido hace sólo una hora? imagínate comiendo un gran y jugoso bistec. Si verdaderamente estás hambriento, el bistec sonará bien, y deberías comer. Si no suena bien, tu cerebro te está haciendo una jugada. En este caso, cambia tu "sintonía", cosa que será fácil haciendo 15 lagartijas o encontrando cosas distintas en qué ocuparse.

8. Ten una aproximación lógica

Antes que muerdas un pedazo de comida, piensa si con ello estás dando un paso hacia adelante en tu meta o si es más bien un paso atrás. Esto no impedirá que siempre tomes una decisión incorrecta, pero reforzará el hábito de pensar a largo plazo acerca de qué estás comiendo. La recompensa será que el 80% ó 90% del tiempo tomarás una decisión apropiada.