Sé tu propio dentista

Cinco problemas bucales y cómo enfrentarlos tú mismo:

1. Dientes muy sensibles

Causa: Nervios expuestos, a menudo debido a caramelos y otras golosinas.

Tratamiento: No te acerques a las pastas dentales blanqueadoras, que controlan el sarro o que contengan bicarbonato, que hacen más sensibles los dientes. No te cepilles muy fuerte. Si el dolor persiste, visita a tu dentista para un tratamiento con flúor para endurecerlos.

2. Pérdida de un diente

Causa: Golpe.

Tratamiento: Enjuágalo y empújalo de nuevo a su posición original; luego muerde suavemente una prenda suave o una bolsita húmeda de alguna infusión filtrante para mantenerlo en su lugar. Sacar un diente de su lugar rompe los ligamentos peridontales, pero algunos pueden mantenerse en el diente. Si es reconectado lo suficientemente pronto, puede producirse una reconexión. El diente se sentirá fuerte en unos cuantos días y podría estar como nuevo en un mes o dos. ¿Quieres estar seguro? ve un dentista.

3. Lengua quemada

Causa: Café caliente, bebidas calientes, o una técnica inapropiada de tragafuegos

Tratamiento: Enjuágate la boca con una solución de una cucharadita de sal y una taza de agua tibia. Es muy tranquilizadora; la sal puede evitar infecciones en la superficie del tejido y ayuda a neutralizar el medioambiente ácido que acoge a las bacterias.

4. Dolor de mandíbula

Causa: Posible desorden en la unión temporomandibular. La alineación inapropiada de tus mandíbulas puede causar el rechinado de dientes, frecuentemente de noche.

Tratamiento: Tus músculos buscan comodidad, así que mueve la mandíbula constantemente. Intenta dormir de lado o hacia arriba con una buena almohada para apoyarte, en vez de dormir boca abajo.

5. Aftas

Causa: Hay numerosas causas posibles, pero las comidas ácidas y picantes pueden irritar más el afta. Evita mezclarlas.

Tratamiento: Aplica aceite vegetal a una bolita de algodón y presiónala contra el afta tres o cuatro veces al día. El aceite ayuda a cubrir el afta y protegerla de la irritación.